Por: Fernanda Hernández
La agencia de la ONU indicó que la gentrificación tiene ventajas económicas que pueden utilizarse en beneficio del resto de la ciudad
De acuerdo con ONU-Habitat, actualmente, muchas urbes del mundo experimentan el retorno de su población de los suburbios al centro de la ciudad. Lo cual se debe a varios factores, como el deseo de disfrutar la oferta cultural y educativa y la variedad de oportunidades que ofrece el área urbana; o el descontento por pasar muchas horas en el transporte de casa al trabajo y viceversa.
Sin embargo, diversos especialistas señalan que este retorno se acompaña por el fenómeno de la gentrificación; pues, si bien se regeneran los espacios urbanos, éstos proporcionan una buena calidad de vida a aquellos que pueden pagar por ellos, generalmente personas de clase media o alta. Pero ¿qué sucede con los primeros habitantes de esas zonas?
La gentrificación es un concepto polémico por sus consecuencias negativas, pues implica la expulsión de los residentes de aquellas zonas urbanas regeneradas; y quienes son los que contribuyen a hacer atractivas a las ciudades al manejar puestos de periódicos, tiendas, librerías, cafés y restaurantes, talleres, etcétera.
“Pero cuando los vecindarios urbanos que se regeneran proporcionan una vida urbana y espacios públicos de buena calidad para quienes pueden darse el lujo de vivir en ellos, ¿qué sucede con sus primeros habitantes? No es aventurado suponer que muchos de ellos se ven obligados a retirase de sus vecindarios; convirtiéndose en los nuevos viajeros cotidianos que viven lejos de sus fuentes de trabajo”, señaló ONU-Habitat.
No obstante, la agencia aseguró que la gentrificación también cuenta con algunas ventajas económicas; pues genera recursos y crea demandas por nuevos servicios en una ciudad consolidada.
Dichas ventajas pueden utilizarse en beneficio del resto de la ciudad, siempre y cuando sea a través de programas cuidadosamente estructurados. Por ejemplo, al adoptar políticas económicas redistributivas, donde los recursos generados por la gentrificación se destinen a la regeneración de otras zonas urbanas; las cuales pueden mejorar la oferta, cantidad y distribución del espacio público y vivienda en otras áreas y vecindarios.
De igual manera, ONU-Habitat propone retener a la población existente y su tejido social mediante el mejoramiento de su vivienda; así como otorgar microcréditos a las PyMEs, proporcionar nuevos servicios comunitarios, restaurar viviendas deterioradas y mejorar los espacios públicos existentes mediante intervenciones físicas.
“Estos enfoques, junto con la participación directa de la comunidad, han demostrado tener éxito en distintas ciudades para disminuir las presiones de la gentrificación”, aseguró la agencia de la ONU.
