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Una institución nacional

Por: Edgar Rosas

Centro Urbano recuerda al fundador del Infonavit, Jesús Silva-Herzog Flores, con una entrevista que concedió a este medio, en donde relata los inicios del organismo de vivienda y cómo se sentaron las bases de lo que hoy es la institución hipotecaria más importante del país.

 

 

El Infonavit definió los trazos de las principales ciudades en México y sentó las bases del desarrollo habitacional, transformando la cultura de la previsión social y de los derechos laborales

Un edificio sobre avenida Reforma en la Ciudad de México fue testigo de cómo cinco personas, algunos lápices y papel en blanco sobre un escritorio dieron vida a una institución que ha permitido la formación de más de 6 millones de hogares en México, a través de un crédito accesible, principalmente para los trabajadores de menores ingresos.

“Llegué el 2 de mayo con mi secretaria, un secretario privado, aún de la SHCP, y dos muchachos mensajeros… entonces era una aventura, un reto, y un desafío”, recordó el primer director del Infonavit, Jesús Silva-Herzog.

En 1972 comenzó lo que él define como “la mejor experiencia de su vida”. Jesús Silva-Herzog, quien fuera director general de Crédito en la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) en 1970, ocupó el cargo que diera inicio al Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores. Institución tripartita que conjuntó al sector empresarial, de los trabajadores y gobierno para sentar las bases del desarrollo de vivienda en México: “de todas las comisiones, esta fue la que rindió un fruto tangible, la vivienda”, opinó Silva-Herzog.

De fundamento, el Instituto debía ser de carácter financiero, sin embargo, prácticamente en automático ya estaban los recursos, producto de las aportaciones patronales ¿El obstáculo? No existía oferta de vivienda. Así, la dirección del Infonavit sometió a aprobación de la Asamblea General y del Consejo de Administración, que el nuevo organismo, además de tener un carácter financiero, tuviera un área encargada de la construcción de las viviendas.

¿El reto más grande? Todo era un reto y todo era importante, como supone el origen de cualquier institución, empero, el Infonavit nació con una ‘pesada carga’, como lo define su primer director general: “Las autoridades señalaron que la Institución iba a hacer por lo menos 100 mil casas, fue una cifra sin fundamento, íbamos a recibir 20 mil millones de pesos de la SHCP. Al cabo de 2 o 3 meses la gente decía… ¿y en dónde están las 100 mil casas? Lo más que se había construido eran unos cuantos cientos. El Instituto nunca recibió los 20 mil millones de pesos y el valor de las casas en el año 72 no era de 50 mil pesos”.

El 15 de agosto de 1972 inició la construcción de viviendas en la ciudad de Tijuana, Baja California y de manera simultánea en ocho ciudades más, entre las que figuraron Guadalajara, Monterrey, Oaxaca y el Distrito Federal. Durante los primeros 15 años del Infonavit, se edificaron o estaban en proceso más mil 500 conjuntos habitacionales en casi 400 ciudades en todo el país.


“Me tocó un crédito
del Infonavit…”

El criterio para otorgar los créditos de vivienda en aquellos años, fue la adopción de una política que seleccionaba a los beneficiarios a partir de un sistema que tomaba en consideración las condiciones socioeconómicas de cada trabajador, como lugar de trabajo, tamaño de la familia, condiciones de su actual vivienda, salario, y necesidades. Esta información se capturaba en un programa de cómputo y en automático elegía al beneficiario.

“Tratamos de eliminar la discrecionalidad, para que la asignación de un crédito fuera lo más equitativo que se pudiera; sin embargo recibimos duras críticas del sector de los obreros por nuestro sistema de asignación de crédito y por la calidad de las viviendas”, recordó.

Consolidación de los cimientos

Como testigo cercano del desarrollo del Infonavit, Jesús Silva-Herzog opina que se ha convertido en una “gran hipotecaria social”, que goza de prestigio y tiene una operación transparente; sin embargo, el reto que se vislumbra, es encontrar el equilibrio entre ser un organismo financiero y los programas enfocados a la solución de problemas sociales que surgen a partir del desarrollo de vivienda.

“El Infonavit se convirtió en una institución que ha beneficiado a 20 millones de mexicanos y ha otorgado más de 6.7 millones de créditos… hay pocos sectores en la vida económica del país que tengan tales repercusiones positivas en tantos sectores del aparato industrial mexicano. Para mí no hay experiencia más satisfactoria, emocionante y de entrega total, que cuando tuve oportunidad de ser el director general del Infonavit, porque tuve la oportunidad de crear algo, lo que es una de las mayores satisfacciones del ser humano, es lo que siente el pintor, es lo que siente el poeta. Aquí tuvimos la oportunidad de crear una Institución de la República, por eso digo que mi mejor experiencia profesional fue ser director del Infonavit”, concluyó.

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